Criada en la ciudad fronteriza de Misión, Texas, por dos educadores que le inculcaron un profundo sentido de servicio y comunidad, la Dra. Lyssa Ochoa ha construido una carrera que entrelaza sus raíces culturales con su compromiso con las comunidades desfavorecidas. Como cirujana vascular mexicana-estadounidense, la trayectoria de Ochoa se ha definido por su dedicación a abordar las disparidades en la atención sanitaria y mejorar los resultados de los pacientes en la comunidad a la que sirve.
Su formación médica la llevó a Houston, donde cursó sus estudios de medicina, residencia y prácticas en el Baylor College of Medicine. Tras adquirir experiencia en una consulta privada en San Antonio, empezó a reflexionar sobre sus verdaderas aspiraciones y valores profesionales. Esta introspección la llevó a establecer la Clínica Vascular y Endovascular de San Antonio (SAVE) en 2018, con la misión de servir a las áreas más desatendidas de San Antonio.
«Ningún otro cirujano vascular quería ir a donde nosotros íbamos, alegando factores como la mala combinación de métodos de pago u otros inconvenientes, pero éstas eran las zonas con más amputaciones relacionadas con la diabetes, y nuestro objetivo era investigar cómo podíamos prestar una atención vascular de máxima calidad a quienes más la necesitan,» dijo Ochoa.
Hoy, Ochoa supervisa ocho clínicas en la zona de San Antonio, dos de ellas en zonas rurales del sur de Tejas. Su práctica va más allá de la atención médica, ya que aborda los determinantes sociales de la salud que tienen una gran repercusión en los resultados de los pacientes.
«Estamos implicados con todas las entidades de aquí que se preocupan por la salud de estas comunidades, pero se ha convertido en mucho más que eso. Nos ven como parte de la comunidad, no como extraños que llegan a su barrio, sino como alguien en quien pueden confiar para que los cuiden,» dijo Ochoa.
Reflexionando sobre el Mes de la Herencia Hispana, Ochoa subraya que la celebración va más allá del mero reconocimiento de las aportaciones culturales; se trata de concientizar sobre los retos singulares a los que se enfrentan las comunidades hispanas, especialmente en la atención sanitaria. A pesar de vivir en una ciudad con gran parte de población hispana, señala que los debates sobre las desigualdades en la atención sanitaria a menudo pasan por alto a esta población.
«Es importante no sólo reflejar lo que la cultura hispana ha aportado a una ciudad como San Antonio, sino también a nuestro estado y a nuestro país. Tejas es ahora un estado de pluralidad hispana y muchas grandes ciudades de este país tienen una población hispana significativa. Aunque reconocemos y apreciamos las diferentes culturas de estas poblaciones, va a ser vital para el éxito de cualquier ciudad que aprendamos a abordar sus necesidades sanitarias,» dijo Ochoa.
Ochoa se ha comprometido a cambiar esta narrativa poniendo de relieve las enfermedades crónicas prevenibles que afectan de manera desproporcionada a estas comunidades, como la diabetes y la arteriopatía periférica (arteriopatía periférica), y los problemas sistémicos, como la segregación histórica y la exclusión social, que siguen perpetuando las disparidades sanitarias.
El objetivo de Ochoa durante el Mes de la Herencia Hispana es poner de relieve estos problemas críticos e impulsar un sistema sanitario más equitativo. Recientemente, ayudó a crear el Centro para la Equidad Sanitaria en el Sur de Texas (CHEST), una organización sin fines de lucro destinada a abordar las disparidades sanitarias en la región. La organización reúne a varios sectores, como infraestructuras, educación y salud pública, para crear un enfoque holístico que mejore la salud de la comunidad y reduzca la diferencia de 20 años de vida entre las distintas zonas de San Antonio.
Ochoa también ofrece consejos a sus compañeros de la comunidad vascular, motivándolos a reconocer a las comunidades marginadas que «sufren las consecuencias de enfermedades crónicas muy prevenibles» como la diabetes, la hipertensión, la arteriopatía periférica y otras complicaciones.
«Ser cirujano vascular implica explorar cómo atendemos las necesidades de la gente. Lo que ha sido importante en mi práctica es servir a estas comunidades y reconocer que la cirugía vascular por sí sola, e incluso la atención clínica o médica por sí sola, no va a abordar los problemas si no nos sentamos y hablamos con nuestros pacientes acerca de sus desafíos en la vida cotidiana, ya sea el transporte, la alfabetización sanitaria como la comprensión de sus medicamentos, o la pobreza que determina si eligen una necesidad sobre otra,» dijo Ochoa.
Ochoa espera que, como parte de la serie «Voces de Vascular» de la Fundación SVS, sus palabras inspiren la acción, no sólo la reflexión. Por acción, entiende la incorporación de la diversidad más allá de los mensajes en las redes sociales y en las inversiones.
Ochoa es una mujer apasionada en aumentar la representación de las latinas en la medicina, reconociendo que cuando los pacientes ven proveedores de atención médica que comparten sus antecedentes culturales, mejora la atención que reciben. A través de tutorías que van desde el seguimiento, las prácticas, las rotaciones clínicas y más, anima a los jóvenes estudiantes latinos a seguir carreras en medicina, haciendo hincapié en la importancia de contar con una fuerza de trabajo médica que refleje las diversas comunidades a las que sirve.
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